viernes, 21 de diciembre de 2007

Contás conmigo para decirme por ejemplo, esto:

Mi amigo N:

-Lo de la oveja fue desesperante, me desperté super angustiado, fui a la panadería por unos chegusanes de miga y todo el trauma se me fue con uno de jamón, queso y tomates. No hizo falta ningún psiquiatra, sólo el panadero y yo.

Si me vas a contar, tenés que quedarte a escuchar la respuesta; Yo:

-Los resultados terapéuticos de una persona que se pasa las primeras horas del día con las manos en la masa, no pueden ser otros. El tipo sabe, haciendo un par de ademanes harinosos, te bautizó en nombre del trigo, del agua y de la levadura de cerveza y de paso, te encajó unos sándwiches.
Sin embargo, el ritual parece haber funcionado, la angustia pasó y estas alimentado.
Sin pecar de indiscreta, reclamo una introducción al tema... arriesgo, que el asunto del cuadrúpedo no tiene desperdicio.
Las ovejas al pulóver!!!




1 comentario:

Julián Sick dijo...

Se subestima, en pleno siglo veinte, el poder de la mal llamada "veterinaria criadores whisky esófagos de Peloponeso". Las ovejas, carneros e incluso corderos de primer y segundo orden porque no había ningún comentario en este post.

Te amo, pero casémonos en el 2004, esperemos a que dé la vuelta el tiempo otra vez, ¿sí?

PD: creo a pie juntillas en las relaciones prematrimoniales. Por ejemplo: la relación entre la órbita de la Tierra y la gravedad del Sol, existía antes de que se inventara el matrimonio.