jueves, 11 de diciembre de 2008

José Gervasio Artigas.

Hay días en los que el cielo se antoja niño con caprichos de barrilete y nos tiene armando barquitos de papel por si las cunetas y los charcos se llenan de lluvia, agarra y se dibuja sol postal de canal ecológico rosaranjándose con su perfecta redondez atravesada por estocadas y propone ensayar arrumacos entre un playmobil de bermudas y una playmobil de otras latitudes… pero casi no mojó, apenas si las cosas resultaron húmedas pero suficiente como para patinar si el terreno no es poroso; raspón de rodillas juntas, rodillas cariñosas como dice mi vieja o rodillas en dieta de bayaspirineta, pero estaríamos hablando de otra cosa.
Esos son los mismos días en patas con algo de arena algo de sal ah! pero esto no es río, (¿dónde nacieron sino esos mejillones muertos?) algo de basura (malditos perros con espuma que según Wilde nos mean el monumento) y algo que parece no va a volver a caminarse porque, qué más da, a quién le acredito lo completo de mi calendario de vacunas y mirá cómo quedas, m i r á cómo quedas, sentate derecha o te pesan qué. No no, es apenas un doloretemolestia en la nuca.

Así estaba yo, sin arremangarme los pantalones, sin arrepiernarme los pantalones, con una flota de cinco bajo el brazo, una bolsa de nylon anudada sugerentemente en cuatro por paraguas y los muñes de plástico reciclable no toxico si se los traga no importa San Blas San Blas en el bolsillito de adelante cuando en la puerta de calle, como cucaracha patitas para arriba que sea hace la bicho noble, me asaltó la del lunar en el cuello después de unos ¡cuántos días sin vernos! y sabiendo que iba a retarme contarme cosas espantosas, me apuró unos pañuelitos descartables.

Yo le dije a la que nunca se da por aludida -Rajá de acá, no te quiero ni vuelta recuerdo, angustia de estación poco memorable, turra gritona que no me respalda ni para cantar el himno, no te vas a quedar con lo que fue tan tan lindo, esta vez es para mi - Pero la mina no se inmuta; cuando viene decidida la hace corta: me agarra de los hombros, sacudoncitos cortos pero con fuerza moretones de dedos, me arrincona a cachetadas y me para delante del espejo para que mira(r)me a los ojos cuando te hablo o pensás que nací para tolerarte? Hago gestito de no se, pero parece que si pronostican precipitaciones no entiende los códigos con los que nos criamos.
Algún mérito tiene, o una voz muy aguda, no se… pero logra su objetivo es encaminarte y deja de moquear que nos arrugas a todas. Torce la boca, sin masticar y con dos vasos de agua toma esta piedrita que sino podés sola, bueno… harás lo que decidamos la mayoría, no mastiques! pero parece a propósito marmota, cómo estamos hoy (dice lejos a una distancia infinita de rulos y candor y edad (o no, cuántos años tendrá ya) de imitar a la del telefonito), escupí querés, escupí que te corroe los dientes también míos.
Un día, gorriona púrpura que escapaste del horno prendido fuego, hay que escarmentar. Pero claro.
Si.
Claro.
Si, claro- repito.

Y ahí va, empieza a discursearme, con ese encanto por las oraciones que arrancan con un “yo te dije que si blabla bla bla blabla blabla” insopor y se le afina la vocecita de me tenés soberanamente podrida. Despejate linda, me dice la de enfrente, no ves que se nos hinchan los pies y de todos modos no va a irse hasta que termine. Ok, levanto hasta no tocar el piso entonces.

Nublo la vista para que mi reflejo se desdibuje… a lo mejor, engañándome como si no estuviera ahí, haciendo intermitencias con la perilla del foquito y diciendo mentalmente el abecedario de atrás para adelante, evito escuchar. Se me vuelve canción con ritmo de dedo señalador, sermonea en los mismos tonos que dice todo, que come y bebe, que aprende y ama, que vomita y lame… pobre mujer la del largo apoya acá tu cabeza como descansando a lunares. Empieza otra vez y otra vez cada vez que termina.

La sonata se hacía monótona cuando de repente, y gracias muchas gracias le devolvi(ste)eron Noviembre al año a pesar de que las vidrieras lo llenaron de vivan las fiestas para todos, los reyes no siempre son los padres, me salvó el día, porque en el medio de tanta bagatela (aunque no ágil, no corta, ni original ni mucho menos romántica, pero si de fórmula A-B-A) se acomoda las solapas, baja el mentón y en gesto teatral estira su brazo de heroína en desgracia, mirando apenas de reojo y graciosísimo, te juro graciosísimo, carcajadas de dientes, la muy patética dice: pará, pará que lo pongo más abajo para crear suspenso… carraspeo (yo) y dice:

-Desconcentro porque estoy enamorada. El accidente fue resultado como el mejor ejemplo de ello.

Ja!
Jajajajaaaaaaaajajaaaaaaja. Y esto no es yogurt, es mayonesa! Qué onda Mami?, me regalás un Chagall y me siento película. ¡Pavota! Eh, pará un poquito, intercalá alguna sutileza, no te olvides que el condominio aún tiene el nombre de las dos.

Habló durante días sin que la interrumpiera tanto escándalo de carqueja disonante. O Baccharis crispa desagradable para las reglas de la armonía.
El aburrimiento de las otras hacia pasable el mío por sólo verlas. Entrábamos a presión todas en el baño, sumándonos si aparecíamos; del espejo ya nada, empañado como estaba con los alientos de, incluso, las que no tuvieron nada que agregar.

Huí de donde pensé morirme cuando despuntó un claro de mañana campestre que me arruinó los planes de navegación sin rumbo; justo antes de llegar a la asfixia por culpa del desliz en transpiración del sombrero impermeable; bueno no tanto… ni impermeable ni asfixia.
En llamas. Pluma quemada.
Estalló la lamparita. También Arnal. Y la melodía que empieza con puntitos que no sonó.
Z, y, x, w, v…
Me comí los barcos, en sus versiones papel color, color texto imagen, imagen con pocas sombras.
Nave sin vela.
Y te voy a querer siempre. Por si las cunetas.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajaja

me hizo reír con este post...

aunque tiene su toquecito... nostálgico diria... puede ser?

Salduos!

Orlando.

Ay VAleria! dijo...

Un charco no es algo que, hasta conceptualmete, ya tiene agua?

No se querida, te lo dejo picando, a ver por dónde salís.


Avivate!

Unknown dijo...

puede ser un charco de sangre, o petróleo, o CIF, o lágrimas, o pis, o pus etcétera que se llena de agua de lluvia.

Ay VAleria! dijo...

Si, claro que puede ser así, aunque qué importa entonces si llueve si los barcos de papel pueden, por más espeso que sea lo que conforme el charco, navegarlo?

No sé, no sé.
Me amargué el día.

Ay VAleria! dijo...

Leyéndome.

Allek dijo...

que tal.. pasaba a saludarte..
te dejo un fuerte abrazo..

Anónimo dijo...

Querida, otra vez hospitalizada?
Al menos levanta el teléfono.

La gente del barrio, horrorizada.



Jacinta.

Unknown dijo...

ignorando la adivinanza haré notar solamente la falta de actividad que se observa en esta zona.