miércoles, 28 de mayo de 2008

Sin poder aprender cómo.

Ayer, me tocó liquidar la parte divertida de haber llegado...limpieza, papeles, impuestos y saludar sonriente a mis vecinas de ruleros y bata que sólo pasean por los pisos del edificio y que con cara que no disimula el mal humor de cruzarse conmigo, hablan de la suerte de mi arribo sólo por un motivo; no iban a tolerar un quinto mes sin que pagara las expensas.
Así que después de repartir caracolitos, me fui satisfecha sabiendo que, a pesar del tiempo, al menos en este consorcio de callejón, causo el mismo efecto. Veremos qué será en Agosto, cuando sepan sin dudas que, además de esta caruchi de agotada pero feliz, me traje dos perros imaginarios.

¿Cómo puede ser que el del 110 me diga que sobre el tema de ballenas de tela, inflables y a retropropulsión eólica mediante astas a minimotor, no entienda?? (Animación de animales estaría bien dicho? Animales abióticos, seria). Ballenas Almodóvar. Yo insistí con algunos datos, pero, cortó; y ya saben como nos pasa a las mujeres: las de rulos siempre quisimos el pelo lacio.

Pasó otro día sin que me sorprendieran acontecimientos maravillosos o si no puede ser, que resulten apenas espectaculares, pero no… no existe nadie que comparta conmigo el aburrimiento de saber que no suceden, que es exactamente lo que hoy yo voy a hacer, por ejemplo, con vos.

2 comentarios:

Capitan de su calle dijo...

Comparto tu aburrimiento. No sucede nada.
Y...este...y bueno. Hoy fui a la panaderia, te cuento. Compré sadwichitos de miga. Cuatro. Una aventura inolvidable.


Y bueno...y nada...y eso

Menos mal que por lo menos algunos sabemos de que hablamos cuando el universo clava la perilla en automatico.

Graica por su paso por aquel barrio.
Muy lindo este...pintorezco, tiene un espiritu parecido, lindo

La chica de ayer dijo...

Gracias por pasar por mi blog... cada día es especial... aunque sólo sea porque seguimos aquí para contarlo!