jueves, 16 de octubre de 2008

Al gran Pueblo Argentino, Salud.

Estaba en el Golfo ventilada con violencia y haciendo la tumba carnera involuntariamente contra el ripio de la playa la tarde que a las siete te fuiste de mi horizonte... al principio lo dudaba, porque, viste como soy, yo te seguía viendo, no muy nítido pero indiscutiblemente vos.
La cosa es que entre el mareo de los tumbos y la indiferencia de mis amistades, nadie me aviso que a quien yo le susurraba caracoladas era apenas la estela de quien no estaba.

Me di cuenta recién a la noche, cuando paseando por el pasillo de Margaritas me asomaba a los saltitos por entre la gente a ver si te veía y charlando un rato, te contaba todo otra vez. Pero un flaco me dijo:
-Yo no soy. Y anda a pedir una curita, te sale sangre del corte de la frente.
Así que creo que no te encontré. Qué se yo, primero si, después cuando me dijeron, no; al menos durante esos 15 minutitos te sentí cerca otra vez.

Cuestión: te habrás dado cuenta, no quería engañarte pero yo no soy la del póster, no soy; y aunque te veo en casi todos, no me animaba a decírtelo en la cara, incluso si no era la tuya.
Por eso te dejo esta notita abrochada acá, en la solapa del cinturón de la malla y te regalo este almanaque de Quinquela, edición limitada, pero le recorto el caballo para mi maqueta del Cruce de los Ándes, aunque capaz que lo uso para otra cosa: un señalador, asustar a alguien, o para algún collarcito, no se, después lo decido. Con el caballo me llevo los meses de Abril y Agosto.
Y no, no te preocupes por mí ni me tengas en cuenta en tus oraciones; por estas latitudes pareciera que todo vuelve a la normalidad... digo pareciera porque uno sabe, en sus pliegos más íntimos y porque el otorrino (que en este caso no es un pájaro) me lo dijo, que sigue susurrando el mar turquesa adentro de la cabeza de los que no nos vamos del todo.

Entre mi grupo sanguíneo y mi nombre, fíjate si también está mi teléfono, y si de pasada trámites impostergables te traen a éstas costas, llámame que cucha para unos días, hay.


4 comentarios:

Unknown dijo...

¿cómo se hace para asustar a alguien solamente con un caballo recortado de un almanaque?. ¿se esconde uno detrás de una esquina, y cuando la víctima aparece se le pone el caballo frente a los ojos y se grita "¡GUARDDDDDA CNL CABALLO!"?

cnl siendo "con él"... pero uno cuando asusta siempre evita las vocales ¿no?.

un saludo. y una curita por si la que tiene se cae o hay que cambiarla.

Ay VAleria! dijo...

Apenas un detalle dentro de tanto.
Pero además, no se trata de lo uqe el caballo pueda, sino de que yo lo crea, no?

Técnica de actitud del grupo de autoayuda uqe yo lidero. :)

GRacias por el repuesto del apósito, el peine y la lamparita para esta niña con pocas luces.

Julián Sick dijo...

Desa Boto Nate! Desa Boto Nate! DESA BOTO NATE!

Jamás nací en Rusia. Ni me acuerdo. ¿Habrán guaridas para zopencas que destartalan guaridas para zopencas que destartalan? ¿O zorrinos silvestres de puro gusto?

A propósito. En vez de. Almíbar!

Ay VAleria! dijo...

Ambas cosas.

HOla lin. como respondo al mandato? no se a que estoy tan prendida.


Y me voy, asi no digo esas cosas que no se dicen... besitos



V