viernes, 14 de noviembre de 2008

Mariposa de naranja

Sigo el consejo de cerrar la puerta para espantarlas o de barrerlas interceptando a alguien que pasa, soplar fuerte lila limón, pastita de dentista para ver si son astringentes, pero no, me aturden para que me complete, para que sepa que son familia y hoy me cruce con una de ellas:


Empezó a decir:
A veces, en los recreos después de la hora de la siesta, en vez de hacer las rondas redondas de sillas plegables prefería revolear las zapatillas y caminar en patas por el pastito recién regado. Cualquiera puede disimularse extranjero, fingir el analfabetismo o sin escrúpulos obviar violar los imperativos de un cartel. A mi me sale, cualquiera de las tres, incluso en simultaneo.

Qué me importan a mí los pies mugre, escamas de barro.
Qué importa que caiga agua de un sinfín artificial, igual llueve.
Qué importa si un preceptor para trece es insuficiente: por eso anda corriendo por ahí, y si la golpeamos, no ves que se escapa, va a volver desproporcionada, sus padres deben la cuota, y lavenle la cara, ¡traéla!, ¡tráiganla!, ya!

La captura era el espanto. Cuando lamentando el límite de enredaderas chocaba rebotaba desmayada y otra vez al césped de grana tan verde como el de las tortas que algunas madres hacen con grana verde como ese césped de hospicio, era pájaro de jaula. Yo se, lo sabía antes y aun nada logró que lo piense de otra manera: ellos, los zorros blancos de lapicera en el bolsillo, apostaban sus horas libres por verme perder bajo las piernas con elásticos del más feo, pero feo feo horrible, de esos que después soñás, el nunca quieto, el que callaba los rumores de que antes lo corrían a él, el gárgola cazador de mi corazón, anulador de mis músculos, destinatario de mis noches de llanto; que se calle y se duerma la 216, o duermanla y que se calle o que se ahogue pero que se calle.

Como si antes lo hubiera contado empecé a verlo en películas, sobre todo en las que vienen de los Urales, allá, en la cada vez más lejos EuroRusia y también en los institucionales que circulan como programa de apoyo para la reestructuración empresarial y me da una risa que, te juro, no contengo señor camarlengo, absuélvame, no es intencional.
Pero no al cruel, al de piedra, no… empece a ver lo que te estoy contando; presta atención o sin masticar, tomate esto que concentra.

Qué sabes si yo duermo, silencio en las sábanas.
Qué decís si te cuento que es mentira, si te digo que no estabas, vos te acordás de lo que no viviste. Esa vez que hubo inyecciones, todas ustedes se esfumaron y me dejaron sola.
Qué diferencia consecuencia puede resultar de anticiparse a lo recetado: pero otra vez, no ves que mezcla todo, encima le va a dar sarampión por la contraindicación, que vomite, siempre despeinada, ¡escupí nena escupí!, no le des si te pide, tomá, la próxima si insiste encajale estas Yapa.

La casa fue el reencuentro. Mis ventanas, mis macetas, mi mesa y mis zapatos. La Violeta esta tan grande que parece reclamar los Alpes. Ahora que dije nieve, tengo que descongelar la heladera.


Terminó diciendo:
Ahhh, me hace bien rearmarlo con voz, acá, dentro de esta pieza con vos.

Y, sacudiendo la cabeza como quien tiene agua de pileta, solté lo que iba a robarle y le dije:
Bueeeeno, yo me voy yendo.


5 comentarios:

Unknown dijo...

sacudiendo la cabeza como quien tiene agua de pileta aah pero qué bueno.

un beso, gracias por el oscar.

L.

Julián Sick dijo...

Sin lugar a dudas la frase con la que la autora cierra el (un besito, mimosa) texto es una clara aproximación al orgasmo del personaje protagonista. Recordemos que etimológicamente protagonista significa "el primero que agoniza" por lo cual (pedí que se te cumple) hay una referencia extra a que la hembra de la especie alcanza el orgasmo o sarcasmo o Erasmo y avisa su sostenimiento en el tiempo pues no dice "me voy" o "me fui" o "tamañana" sino que remarca el (ya sé, tus ojos!) "yendo". Una perspectiva nada más (¿nadás más?).

Julián Sick dijo...

Cita textual: "Si tuviera Ud. la posibilidad de volar, no piense, leyó bien, de volar: dónde iria ahora mismo?"

Ay VAleria! dijo...

Me dice a mi? A ver, dejame pensar… no se... improviso una respuesta, asi... lo primiero que me sale: volaría a algún lugar radical o capital austral, la más austral, tiene más glamour si además es sede administrativa de algo que con siglas, sea difícil nombrar, no se, me imagino por ejemplo Aladi, que no es difícil pero que mal suena, no? Planearia con un braceo de vez en cuando por la ruta principal de movilización de cargas, siempre y cuando tenga bahía.
Tan radicapaustral que al Virreinato, guácala, lo escupa pero ay, tímida con la Metrópolis y sacudida por una sola vez en la historia. Que haya sido Vidi, Yvity Deus, vide eu o, que se yo… Ovidio, de Felipe y de Santiago.
Ensuciar el frente de Las Tejas, tirar pirotecnia en José Batlle y Ordóñez y llorar por La Aguada.

Puedo?

Julián Sick dijo...

Sé que sonará embebidamente prosaico pero: me gusta tu siete. Mí siete. Nuestro siete.