viernes, 7 de noviembre de 2008

La nostalgiosa

Una de las vecinas que llegan cada quincena después de las pastis azules y la fiebre con polvito rosa me contó algo que no me acordaba; dijo:


Ciertos lugares no tienen las instalaciones previstas para pasar direcciones y números en papelitos minúsculos y a las apuradas; menos si la improvisada oficina resulta acunada por el viaje de caballo cansado que impone un urbano, peor si es el 120, inverosímil si es en la franja de horario bancario y totalmente inútil si se ha parado en cada asfáltica y humeante esquina hasta conformar, enfrascados, un solo cuerpo heterogéneo apenas “dividible” en unidades por las veces de plastiquito de fiambre que interpreta la lluvia de transpiraciones emanadas. El resultado, hoy lo se, es incierto.

Desde que tocó el timbre, nuestra relación se construyó con ausencias, se alimentó del recuerdo y se llenó de las voces que respondían al siempre número equivocado por más combinaciones que se arriesgaran:
-Ah, equivocado? Y podría Ud. charlar conmigo aunque sea un ratito? No, no se preocupe… De cualquier cosa, o mejor, dígame algo como si me hubiera conocido en un colectivo.

A veces de la nada veo el cuadro. En puntas de pie y esquivando hombros trataba de verlo mientras, él parado en la vereda y yo en la incertidumbre, nuestro destino de amantes paria se imponía. La postal para el resto del pasaje resultó tan pintoresca como una mujer para un hombre y un hombre para una mujer enmarcados en la ventana y punto, fin, si te he visto no me acuerdo.

Al papelito le puse una vela y a la vela una campana para evitar, esta vez, lo que no pude cuando la brisita de la primavera pasada incendió primero las cortinas y después casi todo el lado derecho de mi antiguo departamentito e íntegro el de la Sra. vieja de arriba que, bueno, se murió… porque, creo, no podía moverse fluidamente, era como una tartamuda muscular. La cosa es que no hay rezos, rituales o cruces de dedos que hayan logrado dar con él otra vez en el 120 y después de algunos meses y siempre estrujando el papelito en mi pecho desolado, bebo. Pero bebo bebo, eh. Me empapo con lo que sea que venga en botella y parezca más o menos líquido. Claro que beoda no me dejan subir al transporte público y las posibilidades de encontralo se reducen a ninguna y enfrentar el recuerdo del amor perdido a diario se hace insoportable; así es fácil cerrar el círculo: porque estoy ebria, no me dejan pasear buscándolo en el 120 (o en otros números que por error aborde) y porque no lo encuentro, bebo y lloro cantando.

Ahora, por motivos de traumatología, ya no lucho contra los vaivenes sin amortiguación de los buses municipales en mal estado y en las garitas céntricas reparto fotocopias de su papelito con una leyenda encerrada en corazones que dice: Ud. ha escrito esto? y por fin tanto amor rindió sus frutos, nadie contestó no.


9 comentarios:

sine dijo...

aaaaah! agradezco la promoción pero... esa no es mi ballena.
se te cruzaron los links, esa es una ilustración de www.gloriafalcon.com

en fin, lindos delirios
au revoir!

sines

Ay VAleria! dijo...

OOOp... tky
Igual... no se de dónde salió la muy bonita balle, pero son tus dibus los que me gustan... espio los de la web aclaratoria y corrijo.

vladimir maiakovski dijo...

el polvito rosa me parece muy interesante.

Ay VAleria! dijo...

Es.

:) Nos vemos por ahi.

Capitan de su calle dijo...

Pastis azules, fiebre con polvito rosa...menos mal que hay palabras para contar que hacen esas cosas sobre uno. Hay que buscar el amor no? Cada uno como puede.
Cuanto sueño de alcohol escribimos ambos esta semana no?

besos

PD: Muy lindo final

donnie dijo...

Herrrrrmoso.

Es increíble cómo, sobre el final, todo ese cúmulo de información desparramada, caótica, inquieta, toma peso y lo deja a uno desparramado, caótico, inquieto.

Qué lindo que sigas dándole bola al blog, más allá de que el proyecto que le diera nacimiento ya no es.

J.A. dijo...

Estoy a punto de pensar que sos mi Dr. Jekyll...

Estás segura que no estamos internados en el mismo lugar???

Gracias por dejar el anonimato en mi blog...

Pasaet que anduve cumpliendo los pedidos...

Julián Sick dijo...

"Sin duda, lo mejor del amor es como el Che Guevara:

A veces, lo mejor es que es inimitable.

A veces, lo mejor es que fue revolucionario.

A veces, lo mejor es que es popular.

A veces, lo mejor es que está muerto.

A veces, lo mejor es que poquitos saben bien lo que hizo, pero muchos sienten que está muy bueno."

Donatien Alphonse François de Sade

Ay VAleria! dijo...

Esasí.

:)